Seguro que como traductores os habéis enfrentado en más
de una ocasión a alguna situación en la que habéis deseado que, literalmente, os
tragase la Tierra. Porque, para bien o para mal, el traductor freelance en la mayoría de los casos está solo ante el peligro
y debe aprender a lidiar con estas situaciones críticas de las que al final uno
acaba saliendo airoso, aunque en determinados momentos cueste ver la luz al
final del túnel.
A continuación os expongo algunas de estas
situaciones de emergencia que yo he vivido con las que a buen seguro os sentís
identificados.
Empiezo mencionando los problemas técnicos, que son
los que a mí más me asustan. Debo admitir que yo no soy muy amiga de las
máquinas y de las nuevas tecnologías pero estamos en la era de la informática y
la necesidad de ponerse al día en este tema es incontestable.
Pero, ¿qué ocurre si en mitad de un proyecto de
traducción se produce una avería en tu ordenador? ¿Y si de repente se va la luz
y pierdes un documento que no habías guardado previamente? ¿Has tenido problemas con tu servidor
justo el día en que tenías varias entregas importantes o cuando estabas
pendiente de recibir un correo IM-PRES-CIN-DI-BLE?
Todo esto ocurre. ¡Dios mío! Claro que ocurre.

Y ya que estamos con los problemas técnicos, quiero
hacer especial mención de las CAT tools. ¿Quién no ha sufrido algún tipo de
bloqueo debido a un fallo o un uso incorrecto de una herramienta de traducción?
¿Te ha ocurrido ya alguna vez que le has dado a F8 al finalizar un proyecto en
Trados Studio y te han salido más de mil errores de etiquetas? Para cortarse
las venas, claro.
Para evitar estos problemas lo mejor es intentar
dominar al máximo las herramientas de traducción antes de empezar a usarlas. Afortunadamente
ahora existen muchas opciones para realizar cursos y páginas de asistencia de
las propias empresas que las comercializan (www.sdl.com, www.star-group.net y www.wordfast.net, entre otros). Si eres de los míos y no has nacido
con ese don innato, no desperdicies estas oportunidades.
Dejando a un lado los obstáculos técnicos, los
traductores tenemos otro enemigo importante que es el tiempo. ¿Se te ha echado
el tiempo encima alguna vez y has sentido que no podías cumplir los plazos
acordados con el cliente para la entrega del proyecto? ¡Qué agobio! Ése es el
momento en que piensas “¿Por qué acepté este encargo si sabía que el plazo era
muy ajustado?” Para evitar estas situaciones de estrés es conveniente analizar
bien el documento antes de aceptar el encargo, valorando no sólo la extensión,
sino también el grado de dificultad y los posibles factores externos que pueden
ralentizar el ritmo de la traducción. Y si a pesar de haberlo hecho te
encuentras con que es viernes y aún te quedan más de 10.000 palabras para el
lunes, despídete de tu vida social y familiar e incluso de descansar y a echarle
horas delante del ordenador. Si te consuela, piensa que no serás el único
traductor que estará trabajando a destajo. Ya sabes, mal de muchos…
Por último, quisiera mencionar también otro tema que
a mí me genera mucha inquietud, no sólo por el tiempo que te hace perder, sino
por la inseguridad que proporciona el desconocimiento, y es cuando no sabes
cómo se traduce un término técnico y no eres capaz de encontrarlo con tus
recursos habituales.
Ciertamente, por mucho que estés especializado en un
tema concreto, es muy común que se cuelen expresiones de otros campos y a veces
no es fácil dar con su traducción exacta.
Continuamente me estoy encontrando términos médicos
muy específicos en las traducciones de índole jurídica: atestados de
accidentes, autopsias, partes de heridas, bajas laborales por enfermedad, etc.
Para estos casos lo mejor es, por un lado, consultar en los foros de
traductores tales como Proz.com (www.proz.com) u otros que aparecen en el listado de recursos de traducción de
nuestro blog. En ellos puedes ponerte en contacto con otros traductores de la
especialidad que necesitas, lo que es de gran ayuda. Y, por otro, lo ideal es
poder dirigirte directamente a un experto en la materia, en este caso, un
médico, que es quien te va a dar la información más fidedigna.
Y es que, como decía al principio de esta entrada, aparentemente
los traductores solemos trabajar solos pero en realidad nos rodeamos de
profesionales de otros ámbitos que nos ayudan en nuestro día a día y nos hacen
más fácil nuestra profesión.
Si te has sentido identificado con estas situaciones,
cuéntanos cuáles has vivido tú como traductor y, desde luego, si tienes alguna
solución para alguno de estos casos, estaremos encantados de que la compartas
con nosotros. ¡Muchas gracias!